Permítete disfrutar en todos los entornos. No sólo en el ocio.
Que toda tu vida y todo tu entorno se haya desarrollado en una cultura de tener que trabajar entendido como algo negativo y de tener que «sufrir» deseando que llegue el fin de semana, no significa que eso sea un dogma.
Han llegado a mis oídos frases como:
En el trabajo no se puede disfrutar. Eso es imposible.
¡Venga hombre! Si a mi me tocará la lotería no trabajaría jamás
¿Y si estás disfrutando en horario laboral?
Probablemente seas un bicho raro.
Busca un trabajo que te guste.
No te voy a vender la idea feliz de que quien trabaja de lo que le gusta no trabaja y todo eso.
Es cierto que ayuda, pero somos seres inconformistas por naturaleza y cualquier cosa en la que trabajes, por mucho que te guste, habrá días que te guste más y días que te guste menos.
Eso es inevitable.
Pero lo que está claro es lo que debe tener un trabajo para que sea disfrutable.
Y ¿qué es?
Pues tiene que resultarte motivante.
Y la motivación cada cual la encuentra en una cosa. Habrá quien la encuentre en el trabajo en sí mismo. Habrá quien la encuentre en lo que ese trabajo le permite. O lo que ese trabajo le aporta. O lo que ese trabajo le brinda al mundo. O el tiempo libre que le permite tener. O el dinero que le genera. Como digo hay tantas motivaciones como personas hay en el mundo.
El caso es que debes escuchar tus motivaciones y encaminar tu labor hacia ellas. Porque así disfrutarás.
Y es una de las cosas más importantes.
Saber disfrutar.