3 de marzo de 2022

El No-code. Los precocinados de la web

Tecnología e innovación

Low code, site builder, drag and drop…. Seguro que has visto cosas de estas por algún lugar.

¿Has oído hablar del nocode?

Seguro que sí.

¿Qué es el nocode?

Si no has oído o visto nada de esto y te preguntas qué es el nocode, muy resumidamente te diré que es una forma de hacer páginas y aplicaciones web sin necesidad de saber programar, haciéndolas normalmente en menos tiempo y, por lo general, con herramientas y módulos muy visuales que te permiten arrastrar y soltar elementos. Digamos que es como la comida precocinada. Puedes tener un resultado rápido, que alimenta y que lleva los ingredientes necesarios para considerarse comida. Aunque tiene sus peros.

El nocode es una vía ideal para arrancar una idea. Es una forma muy rápida de poner en marcha una aplicación y validar una idea de negocio que requiera esa presencia online.

Ahora mismo hay mucha gente que si nocode por aquí, nocode por allá. Y muchos de ellos no han hecho con nocode ná!

Pero eso no me sorprende. Pasa en todo. A mucha gente se le llena la boca con palabros.

Es lo que hay.

El caso es que yo, no por sumarme a la burbuja, sino porque en los últimos años las cosas me han llevado ahí, he hecho bastantes cositas con nocode(y concode últimamente). Te cuento.

Cómo empecé a hacer webs

Yo no tenía ni idea de programar. Ahora tampoco vayas tú a creerte, pero por lo menos no me asusto, tengo el Visual studio anclado a la barra de tareas y en cierto modo, me defiendo.

El caso es que no saber programar me llevó durante muchos años a buscar alternativas.

Me encanta el mundo online.

Tengo siempre la cabeza llena de ideas y me gusta llevarlas a cabo.

¿Y qué?

Bueno, pues lo primero que hice fue una página web con WordPress. Empecé a entender que si entrada, página, tema… Claro, yo era un tío que no quería gastarse un céntimo en nada. Si había temas gratuitos, ¿Por qué pagar?

Así que, cuando quise personalizar algún color, alguna tipografía o vete tú a saber qué, me tuve que enfrentar a aquello que se llamaba HTML y CSS. Lo abría con el bloc de notas… Así que imagínate. Y todo esto tratando de no tocar nada que estropeara la web. Un show.

¿Qué manía tenemos(los españoles creo yo) con no pagar? Hago una reflexión de esto aquí.

Sigo.

Después de eso, seguí haciendo modificaciones sobre la web y entendiendo algo de SQL. Poco. Pero algo.

Entre tanto, apareció en el camino algún CRM y herramientas de tratamiento de datos como Qlick, Caspio o Tableau, con creación de formularios, paneles y demás con sistemas “drag & drop”.

¡Ah amigo mío!

Ahí empecé a entender que con mucha facilidad se podían “crear cosas online” y enchufarle datos de muchos orígenes.

Así que buscando encontré herramientas drag & drop para WordPress. Los site builders los suelen llamar, como wpbakery, elementor, oxigen o bricks.

Ouuuh! Se pueden hacer webs a toda leche con eso. Peeeeero, como no es oro todo lo que reluce, pues entre otras cosas, sacrifica rendimiento y HAY QUE PAGAR. Al menos para hacer cosas interesantes. Y gracias a esto, me di cuenta de que no pasa nada por pagar. Bieeeen.

Pagué una licencia de Elementor y empecé a hacer cómodamente webs para mí y para algún cliente. Sin quebraderos de cabeza.

Pero claro, uno siempre quiere más.

Primer contacto con nocode

Total, que volviendo a buscar más, encontré el nocode. De lo primero que encontré fue AppSheet, adquirida por Google, que te permite crear una app a partir de un Excel. 🤯

Todo esto ahora es muy normal porque las cosas evolucionan muy rápidamente. Pero te hablo de 2015-2016. Yo estaba alucinando.

Tengo que recordar que, durante este tiempo, monté una startup, Wannaparty en la que la tecnología fue una de las grandes cagadas. No por la tecnología en sí, si no por poner el foco en ella y no en otras cosas. Te lo cuento en otro post.

Sigo.

Con AppSheet hice una app para Ana y para mí en la que registramos los restaurantes que visitamos con comentarios relevantes para nosotros.

Después probé unas cuantas más para hacer apps. Glide, Reetool, Adalo, HoneyCode de Amazon, Bravo Studio

Todas estas tienen una curva de aprendizaje muy leve. En cuatro clics ves resultados. Pero, la libertad que dan no es mucha.

No creas que entre plataforma y plataforma de las que iba probando me replanteaba constantemente, ¿no será mejor que aprendas a programar muchacho?

Conocí Bubble en 2018, creé un proyecto clonando alguno existente pero me vine abajo. Demasiado que entender. Me pudo el impulso de los resultados rápidos. Lo mismo me ocurrió con Webflow.

Así que volví a territorio conocido.

Profundizo en el nocode

Yo soy un tipo bastante cabezón (sí, en todos los sentidos) así que el año pasado(2021) me puse manos a la obra y aprendí Bubble. No podía ser. Se me había quedado esa espinita clavada. Así soy yo. Si algo se me pasa por la cabeza, ya me puede costar el cielo que hasta que no lo consiga no paro. Es la historia de mi vida.

Aprendí Bubble.io a tal nivel que creé cartasin.com en un par de semanas, integrando incluso su pasarela de pago con Stripe. Luego vinieron los retoques claro. Pero las funciones principales estaban.

Recientemente, también en Bubble.io, he creado DossierMaker, una app que permite hacer el dossier de tu empresa de forma ágil y unificada. Pruébala 🙂

El salto

Cómo no podía ser de otra manera, me picó el gusanillo de ir un paso más allá. Y empecé a interesarme por la programación de aplicaciones web. Y por la visualización de modelos 3D en la web. Es algo que me lleva interesando desde hace muchos años. Por eso me puse manos a la obra y ahora llevo unos meses con React, Threejs, Nextjs y similares. Es un vicio.

Por ejemplo, este artículo, lo estoy escribiendo en Notion, pero la renderización, es decir, lo que estás leyendo, es una página estática generada automáticamente con Nextjs. En otra entrada te cuento cómo está hecha la web y de qué repositorio la he sacado. Porque si te das una vuelta por la web, verás que la velocidad de navegación es una maravilla.He vuelto a hacerlo en WordPress porque no sé estarme quieto.

Be happy,

I

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